Iglesia Anglicana: Temen ruptura por ordenar a mujeres como obispos
Alrededor de 650 obispos y arzobispos de la Iglesia Anglicana de 150 países oficiaron un servicio en la Catedral de Canterbury, y dieron inicio a la Conferencia Anglicana de Lambeth.
El debate sobre la homosexualidad en la Iglesia Anglicana se intensificó tras la consagración de Gene Robinson, un religioso homosexual, como obispo de New Hampshire, en 2003. Robinson asistirá esta semana a varias reuniones paralelas en la Universidad de Kent, aunque no participará de la Conferencia de Lambeth.
A pesar de los llamados de unidad por parte del jefe del credo y arzobispo de Canterbury, el Reverendo Rowan Williams, la agencia italiana de noticias Ansa informó que unos 250 obispos conservadores boicotearon el evento, que se realiza cada diez años, estos últimos se encuentran representados por las Iglesias Anglicanas de Nigeria, Ruanda, Kenia, Uganda y de países de América Latina.
El grupo conservador autoconvocado en el Global Anglican Future Conference, acusó en un documento a la Iglesia Anglicana de promover "falsas enseñanzas que justifican el pecado en nombre del Cristianismo" y subrayó que las acciones de los liberales provocaron "prácticas no-bíblicas". Expertos religiosos indicaron que la conferencia no logrará evitar un cisma religioso por las divisiones hasta ahora no resueltas entre conservadores y liberales.
Williams confirmó que no será tratado el tema de la homosexualidad, medida que generó malestar entre los grupos conservadores. Entre los temas a debatirse estarán la evangelización anglicana, la sexualidad, la justicia social, el medio ambiente, y la violencia contra las mujeres.
El debate sobre la homosexualidad en la Iglesia Anglicana se intensificó tras la consagración de Gene Robinson, un religioso homosexual, como obispo de New Hampshire, en 2003. Robinson asistirá esta semana a varias reuniones paralelas en la Universidad de Kent, aunque no participará de la Conferencia de Lambeth.
A principios de este mes, la Iglesia Anglicana había aprobado por votación la ordenación de mujeres obispos, una medida que el Vaticano lamentó al considerarla "un nuevo obstáculo a la reconciliación" entre ambas iglesias. distanciadas desde 1535, cuando Enrique VIII rompió vínculos con el Papa de Roma.
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